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Ayer cuando entré en casa y para mis sorpresa, me encontré con un orondo caballero... de traje rojo y larga barba blanca... estaba agachado depositando en el suelo una serie de paquetes... TOTO estaba a su lado, sorprendentemente no solo no le ladraba ni protestaba, algo extraordinario en el... sino que además parecía estar muy a gusto con su presencia...
Durante unos instantes me quede de pié mirando lo que hacia... colocaba los paquetes de forma delicada alrededor del árbol como si no se percatara de mi presencia... al cabo de unos segundos y sin tan siquiera girarse, dijo: "Hola Ezequiel... ¿sorprendido?"... Sobresaltado por su pregunta contesté: "si, un poco"... a lo que el respondió: "No te sorprendas, pues la puerta estaba abierta y por mucho que intenté colarme por el tubo de la estufa... sinceramente muchacho, me fue imposible... Jo...Jo...Jou...."
Dejé que terminara de colocar los paquetes y de vez en cuando me asomaba sobre su hombro para ver, en las etiquetas se podía leer: "Para Ary"... "Para la tata"... y un largo, largo etc...
Finalmente cuando terminó me dijo: "Bueno muchacho, es hora de que me retire... me queda aún un largo camino, mucho trabajo y mucho que preparar antes de la Navidad..." Se quedo mirándome un instante con un ojo a medio cerrar ... "¿Te estarás preguntando por qué no hay un paquete con tu nombre?"... me quedé pensando un instante y contesté: "Pues no... no me lo pregunto por qué conozco la respuesta... tu ya me has regalado todo cuanto deseaba...", sonrió... me guiño un ojo... y tal como vino, se fue...
TOTO me miró unos segundos... juraría que me estaba diciendo algo... y ¿como no?... empezó a refunfuñar...
Feliz Navidad...
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